La tradición del ramo de novia
Clásicos, vintage, blancos, con un toque de color…los ramos de novia son uno de los complementos que más opciones permiten y que dicen mucho del estilo y la personalidad de la novia. Pero, ¿de dónde surge que las novias lleven flores el día de su boda?
Al igual que sucede con la mayoría de las tradiciones nupciales su origen se remonta a época clásica. En Grecia y Roma era común que las novias lucieran un collar de flores alrededor del cuello como símbolo de fertilidad y esperanza en la nueva vida que iniciaban.
En la Edad Media su finalidad fue un poco menos simbólica y mucho más práctica ya que se utilizaban ramos de azahar en las bodas para evitar malos olores debido a la falta de higiene que era frecuente en la época. ¡Cuánto romanticismo!
Posteriormente el ramo de novia se convirtió en un elemento de comunicación entre los novios, que se enviaban mensajes secretos a través de él según el tipo de flores escogidas.
Hoy en día, más allá de las tradiciones o del simbolismo de otras épocas, supone uno de los elementos más importantes para una novia. La elección del ramo, del tipo de flor y el color son parte de su identidad y muestran sus gustos y estilo, por lo que es raro imaginar una novia sin flores. Además…¿qué se lanzaría a las invitadas solteras entonces? ¡Larga vida a las tradiciones!